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Dónde encontrar refugio en las buenas tradiciones religiosas, parte 9 de 11

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Había una historia sobre una anciana. Recitaba el Nombre de Buda todos los días mientras hacía su clasificación de las alubias. Separaba las alubias malas de las alubias buenas para poder usarlas o venderlas. Y mientras clasificaba las alubias, recitaba el Nombre de ese Buda. Y un día, pasó por allí un monje y vio que su casa estaba llena de luz. La visitó y le dijo, «Oh, recitas mal los nombres. Tienes que recitarlos así, así». Entonces probablemente también un mantra. Así que a partir de entonces, ella recitó como el monje le enseñó. Y entonces un día, el monje miró hacia atrás y vio que su casa no tenía luz. Y vio que ella estaba muy triste y muy pobre, más pobre que antes.

Así que le preguntó por qué, y ella dijo: «Desde que recité de la forma correcta que tú me enseñaste, mis alubias ya no se ordenan automáticamente. Antes, cuando recitaba de la manera incorrecta, los frijoles saltaban. Las malas saltaban a la izquierda, y las buenas saltaban a la derecha para mí. Así que no tenía que hacer tanto, y podía vender más, y me ganaba mejor la vida. Y ahora no tengo mucho tiempo para hacer muchas cosas porque tengo que clasificar las alubias una por una - las malas a la izquierda, y las buenas a la derecha, todo con mis dedos. Y me lleva mucho tiempo».

Así que el monje dijo, «Lo siento, lo siento. Vale, vuelve atrás. Recita como lo hacías antes». Y ella lo intentó. Inmediatamente, los frijoles saltaron de nuevo. Así que las alubias saltaron como antes. Las malas saltaron a la izquierda y las buenas saltaron a la derecha. Así, la mujer no tuvo que trabajar laboriosamente una por una con los dedos. Entonces el monje dijo: «Lo siento», se sintió avergonzado, y se fue, por supuesto.

Y hay otra historia que ya conocen. Un sacerdote se encontraba en una isla y vio tres ermitaños allí. Y les preguntó si tenían alguna creencia. Ellos dijeron, «Sí, creemos en Dios.» Así que él dijo: «¿Cómo rezan a Dios?» Ellos respondieron: «Sólo decimos, 'Tú eres Tres,' queriendo decir Dios Todopoderoso, el Hijo y el Espíritu Santo. Así que decimos: 'Tú eres Tres, nosotros somos tres. ¡Ten piedad de nosotros!' Eso es lo que rezamos cada día a Dios». Entonces el sacerdote dijo: «No, no, no puedes decirlo así. Tienes que rezar así, así...» Y les enseñó la forma en que debían rezar, como la gente que va a la iglesia. Bien. Así que los tres ermitaños comenzaron a recitar eso, y no recitaron «Somos Tres, Tú eres Tres» nunca más. Y así, el sacerdote se quedó allí por un tiempo y se aseguró de que entendían todo eso y lo recordaran de memoria, y luego se fue cuando algunos barcos llegaron cerca. Así que se fue con una barca. Y entonces, después de un rato en el barco, vio las tres figuras de los tres ermitaños corriendo hacia el barco.

Corrían sobre el agua. Llegaron a la barca y se encontraron de nuevo con el sacerdote y le dijeron, «Oh, por favor, olvidamos alguna parte de la enseñanza que nos dijiste que rezáramos. Por favor, enséñanos de nuevo». Y, el sacerdote los vio corriendo sobre el agua, por supuesto, tan sanos, santos como eso, así que ya estaba muy asustado. Se inclinó ante ellos y dijo, «No, no, por favor, no se preocupen. Continúen recitando como hasta ahora. Recen a Dios como antes. Como dicen: 'Tú eres Tres, nosotros somos Tres. Ten Piedad de nosotros'. Continúen así todo el tiempo. No piensen en lo que les enseñé, sólo olviden lo que les enseñé». Y así, los tres ermitaños dijeron, «OK, si eso es lo que ordenas, lo haremos». Así que corrieron de vuelta a su isla, descalzos sobre el agua, por supuesto.

Así que la fe de la gente puede mover montañas y vaciar el océano. Así que no les enseñen lo contrario a su creencia porque están ayudando al Rey de los Demonios a atraparlos de nuevo en la esclavitud de la existencia de este mundo físico donde nacerán una y otra vez y se reciclarán, reciclarán - nacimiento y muerte y sufrimiento nacimiento y muerte, y sufrimiento - Las Cuatro Nobles Verdades que el Buda había enseñado, el primer sermón después de que Él se iluminó completamente. Así que, si no pueden enseñarles nada bueno a partir de su propia comprensión de los Cielos y la Tierra de Buda, entonces les invito a guardar silencio.

Si alguno de ustedes, monjes y monjas, no saben nada en absoluto y no consiguen el estado de samadhi en la meditación y están yendo por el camino equivocado, entonces, por favor, sigan tratando de mejorar. Lean más de los sutras budistas; cualquier buen sutra que puedan entender, aférrense a ello. O reciten “Buda Amitābha” para que su alma pueda encontrar un lugar seguro en la Tierra de Buda Amitābha. No prediquen nada. Si no saben nada, por favor, manténganse en silencio. Dejen que los demás encuentren su propio camino, en lugar de ser conducidos por ustedes a un infierno miserable por conceptos erróneos y una dirección equivocada, guiados por el demonio. Eso es todo lo que les pido.

Pueden reprocharme, pueden difamarme todo lo que quieran, como algunos de ustedes ya lo han hecho. Pero aún tienen que pagar por su falsa acusación en esta vida o/y en el infierno. Algunos de ustedes ya vieron la retribución. Porque dañan la reputación de un buen devoto espiritual que nunca les ha dañado.

Pero no interfieran con la buena fe pura de las personas. Dejen al Buda Amitābha y a Sus fieles en paz. Respeten el infierno, porque allí es dónde irán si no respetan al Buda. Si no creen que el infierno existe, el demonio se lo demostrará. No esperen hasta entonces; será demasiado tarde para ustedes. Cambien radicalmente ahora. Reciten el Nombre del Buda. Sean veganos, sean humildes, sean reales, sean veraces y no desvíen a las personas. Incluso si son demonios, pueden ser salvados si cambian radicalmente. El Buda también tuvo muchos demonios que lo ayudaron. El Buda es todopoderoso, pero algunos humanos en este mundo no son poderosos, entonces los demonios van a tratar de calmarlos, para nublar sus conceptos erróneos para que fueran a ver al Buda.

«En aquel tiempo había hijas de demonios rakshasa, la primera llamada Lamba, la segunda llamada Vilamba, la tercera llamada Dientes Torcidos, la cuarta llamada Dientes Floridos, la quinta llamada Dientes Negros, la sexta llamada Mucho Pelo, la séptima llamada Insaciable, la octava llamada Portadora de Collares, la novena llamada Kunti, y la décima llamada Ladrona del Espíritu Vital de Todos los Seres Vivos. Estas diez hijas rakshasa, junto con la Madre de los Hijos del Demonio (Hariti), su descendencia, y sus asistentes, se dirigieron al lugar donde estaba el Buda y hablaron al Buda al unísono, diciendo: ‘Honrado por el mundo, nosotros también deseamos proteger a aquellos que leen, recitan, aceptan y defienden el Sutra del Loto y evitarles la decadencia o el daño. Si alguien espiara los defectos de estos maestros de la Ley e intentara aprovecharse de ellos, le haremos imposible que lo haga’. Entonces, en presencia del Buda pronunciaron estos conjuros [...] [y] hablaron [...] diciendo: 'Si hay quienes no prestan atención a nuestros hechizos y perturban a los predicadores de la Ley, sus cabezas se partirán en siete pedazos [...]. Usaremos nuestros propios cuerpos para escudar y proteger a aquellos que aceptan, defienden, leen, reciten y practiquen este sutra. Veremos que ganan paz y tranquilidad, liberándolos de la decadencia y el daño y anulando el efecto de todas las hierbas venenosas’. El Buda dijo a las hijas rakshasa, '¡Excelente, excelente! Si pueden proteger y vigilar a aquellos que aceptan y sostienen el mero nombre del Sutra del Loto, su mérito será inconmensurable. Cuánto más si protegen y guardan a aquellos que lo aceptan y defienden en su totalidad, que ofrecen limosna a los rollos de sutra, flores, incienso, collares [...]que queman diversos tipos de lámparas [...] y que de este modo ofrecen cientos y miles de variedades de limosnas. Kunti, tú y tus asistentes deben proteger y guardar a los maestros de la Ley como estos!» ~ Extractos del Capítulo 26 de «El Sutra del Loto»

Cuando Buda predicaba en la Tierra, muchos Budas, Reyes del Cielo también bajaron de Su propia Morada para escuchar al Buda, para rendir homenaje al Buda, para inclinarse y postrarse ante el Buda. Saben todo eso de la inmensidad de las enseñanzas budistas. El Buda dejó muchos sutras. Se Lo agradecemos eternamente. De lo contrario, nunca tendríamos la oportunidad de conocer al Buda de la Medicina, a la Bodhisattva Quan Yin, al Bodhisattva de la Gran Fortaleza (Mahāsthāmaprāpta Bodhisattva), al Buda Vairocana, al Bodhisattva Kṣitigarbha, al Buda Amitābha, tantos Budas, etc. Se puede nombrar la larga lista de los Budas para siempre porque Buda Shakyamuni les dijo todos esos nombres. Y aun así, el Buda predijo que algunos monjes usarían las enseñanzas del Buda para ir contra Él. Ese es el ejemplo que les dije.

Negar al Buda Amitābha, Quien es el más popular, el camino más fácil para que sigan los budistas, para salvar su alma y negar que el infierno existe, eso es mil veces contradictorio a las enseñanzas del Buda. En cualquier religión, les enseñan estas dos cosas: el Cielo y el infierno, para que puedan discernir quién es quién – quién es un verdadero monje budista y quién es uno falso. Por favor, tengan cuidado, sálvense. Reciten “Buda Amitābha”. No escuchen a nadie que diga que el Paraíso del Oeste de Amitābha no existe. No escuchen eso. Y crean que el infierno existe. Lo juro, por el Cielo y la Tierra, que el infierno existe, la Tierra de Buda Amitābha existe y muchas otras Tierras de Budas existen. Pero el Buda Amitābha tiene más afinidad con los humanos y Su Luz es ilimitada, eterna y está en todas partes, así que es más fácil conectarse con Él. Eso es todo.

Photo Caption: ¡Juntos, embelleciendo el mundo!

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