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La diligencia honesta, la Gracia del Maestro y la Misericordia de Dios aseguran un Lugar en el Reino superior, parte 16 de 19

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Ellos dicen que el Buda incluso comió pies de persona-cerdo. Él nunca lo hizo. No. Él incluso dijo que quien coma carne de personas-animales no es Su discípulo. Todos sabéis eso. Pero hoy en día a la gente no le importa eso. Al principio Buda lo permitió porque algunas personas acababan de entrar y no sabían nada. Así que el Buda dijo: “Si tenéis que comer carne de personas-animales, entonces comed esta clase de carne con menos karma, carne sin karma, como que ya estén muertos en la calle, o murieron de forma natural. O que alguien los mató, pero no para vosotros personalmente y que no oigáis los gritos de las personas-animales cuando los matan”. Pero esto solo era al principio. […]

Porque en esa época, el Buda vivía simplemente bajo el árbol, en el árbol – como algunos árboles que tienen un hueco. Un árbol grande como un árbol bodhi, el tronco de ese árbol podría ser como una casa o incluso más grande, y había un hueco en ese árbol cerca de la raíz. Cuando se separaban durante el proceso de crecimiento, entonces el Buda se sentaba en uno de esos huecos, como muchos de los monjes de antes. Y ahora algunos todavía hacen eso, o se sientan en una cueva o algo así. Así que la gente venía a ver al Buda. Ellos no entendían que tenían que ser veganos ni nada de eso, así que ellos tenían que salir al mercado a comprar comida, comer y volver de nuevo para ver al Buda más tarde. Buda no tenía una casa, no tenía una cocina, nada. Él salía a mendigar. Así que estos recién llegados, incluso los monjes recién llegados, ellos venían y se iban, venían y se iban y comían.

Si el Buda sabía que ellos comían carne de personas-animales – tenían que hacerlo, porque ellos no sabían lo que era ser vegetariano, no sabían lo que era ser vegano, no sabían dónde comprar; tenían que comer carne de personas-animales – entonces el Buda tuvo que ser indulgente y aconsejarles, “Si es necesario, entonces come este tipo de carne, aquel tipo de carne. De lo contrario, el karma sería demasiado pesado para ti”. Así es como lo hicieron. Pero más tarde, el Buda dijo: “Ya has crecido lo suficiente. Ya conoces la Verdad, el Dharma. Así que no comas más carne. Cualquiera que coma carne no es mi discípulo; es un Así que ahora ya lo sabes.

Y luego, el Buda tuvo un ashram, una habitación para Él. La llamaban “habitación fragante”. Era para el Buda, y había muchas otras habitaciones para los monjes. Pero a veces no era suficiente porque volvían otros monjes, monjes ancianos o monjes visitantes de otras escuelas, y no tenían suficiente espacio. Entonces incluso Rāhula, hijo del Buda, tuvo que ir a dormir a la zona de los retretes. Así es como el Buda lo entrenó a Él para ser humilde, para aceptar cualquier situación. Incluso el hijo del Buda. Un príncipe también – Él era un príncipe, por supuesto... y tuvo que ir a dormir a la zona de los retretes.

Hay un sutra que registró todo eso del Reverendo Gran Ānanda. Tenemos que agradecerle a Él, por supuesto, por muchos sutras. Y tenemos que agradecer a muchos otros reverendos bajo las alas protectoras del Buda que han registrado todas estas historias verdaderas y enseñanzas auténticas del Dharma del Buda para nosotros. Muchos sutras han desaparecido o han sido destruidos. Por supuesto, tras el Nirvana de Buda, muchos de los reverendos monjes se reunieron y recopilaron todas las historias y todas las enseñanzas de Buda y las agruparon en las categorías correspondientes. Además, mucha gente quería aprender, así que ellos vinieron e hicieron copias. Pero después de la llegada de los musulmanes y otros invasores, por supuesto, mataron a los monjes, destruyeron los templos y quemaron muchos, muchos de los sutras.

Pero todavía quedan algunos porque algunos se los llevaron a otros países o a otras zonas donde no habían sido invadidos. Así es como hoy en día todavía tenemos muchos sutras para estudiar hoy en día y para saber cuáles eran las enseñanzas de Buda, para seguirlas y tratar de ser buenos y nobles discípulos del Buda. No todo el paquete completo, de toda la enseñanza del Buda llegó a un solo país en aquella época porque algunos monjes tuvieron que huir y llevarse lo que pudieron para esconderse por sus propias vidas y proteger los sutras.

Así que algunos países tendrían muchos más sutras que otros países, y algunos tendrían diferentes sutras que otros países. Así que algunos están practicando, lo que ellos llaman Mahayana. Ellos siguen las enseñanzas de los principales sutras que se han conservado, como los de la India, luego Xuanzang – un gran Maestro Quien fue a la India y llevó algunos a casa, o los tradujo allí y los llevó a casa, a China. Y luego, desde allí, se extendió a muchos otros países.

Pero también hubo algunos que fueron a otros países diferentes, porque los monjes fueron a donde pudieron, o al país al que pertenecían, antes de venir a recuperar los sutras de otros monjes en la India, por ejemplo. Por lo tanto, lo que obtuvieron es lo que ellos obtuvieron, y practicaron en consecuencia. Así, algunas de las escuelas de monjes siguieron las primeras enseñanzas del Buda. Por eso la llaman la enseñanza budista “original”, en la que el Buda aún permitía a algunos de ellos comer carne de personas-animales, tres clases de lo que... ellos llaman “carne purificada”. Como les he dicho antes – las personas-animales murieron de forma natural, nadie las mató. O si tienes que comer carne de personas-animales – si esas personas-animales no han sido sacrificadas específicamente para ti, entonces puedes comerla. Pero, por supuesto, ellos recitaron un montón de mantras, un montón de purificaciones que el Buda les enseñó, y ellos ya sabían en sus corazones que esto no debía ser así, pero ellos sólo lo hicieron temporalmente mientras aún estaban aprendiendo.

En los viejos tiempos, no era fácil probablemente ir a comprar comida vegana para aquellos que eran de otros países, otras provincias, u otros condados, que no estaban acostumbrados a la vida y el modo de vida de los pueblos o ciudades donde estaba el Buda. Así que ellos sólo les dijeron que comieran lo que pudieran, que comieran lo que la gente les diera temporalmente hasta que se establecieran y aprendieran con el Buda, o se quedaran allí, y entonces ellos lo sabrían todo. Así que esa fue la primera concesión original de Buda. Así que la gente, por ejemplo, de otro país cercano a la India en ese momento, como Birmania, Camboya, Tailandia, tal vez obtuvieron esas primeras escrituras y sutras de monjes ancianos de la India. Ellos se los llevaron a casa, y no tuvieron tiempo de llevarse otros sutras, o no estaban disponibles allí donde ellos estaban. Así que ellos cogieron lo que pudieron. En los viejos tiempos, no teníamos aviones, no teníamos grandes yates, no teníamos coches o camiones para llevar un montón de cosas. Así que imaginen, sólo algunos monjes... tal vez pudieron alquilar una carreta de vacas o algo así. Pero no en todas partes tenían. Así que tuvieron que considerar que tienen que llevar los sutras por sí mismos en algún camino, en alguna zona, donde no había coche, autobús, ni nada.

Por ejemplo, en el Himalaya donde subí, en muchas zonas caminé todo el tiempo. Sólo una vez fui en autobús, porque ya estábamos cerca de alguna ciudad, y el autobús estaba allí. Alguien alquiló el autobús y me dejó ir con ellos. Eso es todo; esa fue la única vez en el Himalaya. Por supuesto, más tarde, cuando bajé a un pueblo, para volver a casa, había carretas de caballos y todo eso.

Pero en el Himalaya, donde yo estaba caminando – nada. Sólo caminar todos los días. Y mis zapatos estaban mojados, mis pies estaban hinchados. Sólo tenía dos pares de ropa al estilo punjabi – pantalones, por supuesto, y una túnica larga que cubre el cuerpo hasta las rodillas o por debajo de las rodillas, para que sea más digno para la gente que las usa. Hombres y mujeres lo llevaban antiguamente. Pero sin coche. Y siempre llevaba ropa mojada, zapatos mojados y tenía los pies hinchados, pero estaba enamorada de Dios. No temía nada. No me preocupaba por nada. No pensaba en nada en absoluto. Nunca pensé o comparé o quise algo mejor – nada.

Tampoco tenía mucho dinero. Tenía que durar, así que ni siquiera podía permitirme contratar a alguien para llevar el equipaje. Así que sólo llevé mi ropa. Un jersey – pensé que quizá me hiciera falta, porque era lo único que tenía – y otro par de prendas tipo pijama punjabi dentro del saco de dormir para protegerme de la lluvia. Y una que me pondría, nada más. No podía permitirme nada más. Y un plato para cocinar chapatis y hacer té al mismo tiempo. Y una pequeña taza de aluminio y una cuchara que también tuve que vender más tarde. Todo pesa demasiado cuando subes a la zona más alta del Himalaya. Y nunca tuve que ponerme el jersey porque pasaba caminando y siempre estaba caliente, incluso cuando estaba mojada. De algún modo, Dios me protegió – donde tenía que estar seca, estaba seca. Sólo los pies estaban mojados porque siempre andaban por la zona húmeda. Cuando la nieve se derrite, se vuelve un desorden y también está fangoso, y siempre está mojado. Pero contra eso no podía hacer nada. Sólo tenía un par de ese calzado deportivo. Y no tuve calcetines después.

Ni siquiera tenía dos pares de calcetines. Tenía que lavarlos y ponérmelos, pero nunca se secaban, porque nunca tenía dinero suficiente para alquilar un lugar junto al fuego, que la gente proporcionaba en la zona de peregrinos. Tienes que ir rápidamente a una casa de refugio, porque de lo contrario te quedarás en la oscuridad, en la calle, en la selva o en la montaña. En el Himalaya no tienes a nadie a quien preguntar, ni vecinos, ni nada, sólo unas sencillas casas de adobe que construyeron aquí y allá, lejos unas de otras, para los peregrinos en caso de que las necesitaran. Y todos los peregrinos tenían dinero de alguna manera. Ellos pagaron, y yo me quedé detrás de ellos y puse mis calcetines en el aire – detrás del grupo de personas que estaban – no directamente frente al fuego.

Pero nunca me sentí mal ni con frío ni nada. Y si estaban secos, me los ponía; si estaban mojados, me los ponía, porque a la mañana siguiente había que salir de todos modos. No puedes quedarte solo en esa casa. Tampoco se te permite. Te vas y otro grupo vendrá. Yo no sabía mucho sobre nada. Si la gente iba, yo simplemente iba. A veces tenía que caminar sola porque ellos tomaban otro camino diferente, y ellos caminaban muy rápido. Y yo solo con un bastón, y el saco de dormir que se hacía cada vez más pesado porque la lluvia lo empapaba. Además, el camino era difícil y yo estaba subiendo. Pero estaba feliz. No pensaba demasiado en nada.

Photo Caption: Bailar para el sol con gratitud

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